La gran ciudad es como una jungla. salvaje e inmisericorde. en sentido literal.
Iba yo tranquilamente bajando por Georgetown cuando me encuentro con un ejemplo de Filosofía moderna en la vida real y es que... "por qué la rata cruzó la carretera?" Seguramente pensabáis que era un pollo el que tenía que cruzar. pues no, en este caso, una rata. del tamaño de un gato, pero una rata. así toa asquerosa y gris.
El caso es que mientras me preguntaba yo por qué esta rata cruzaba, baja un borrón, se posa delicadamente sobre al rata, le clava las garras y se la lleva volando, así como suena, hasta el tejado de un edificio de pisos vacío que en los bajos tiene una pizzería, y empieza a darle buena cuenta de ella. Bien apetitoso. Podían poner cernícalos de esos en cada estación de metro que pasa por el potomac. porque a veces ladran!
Dos dias, dos.
2 comentarios:
Te faltaba haber hecho el vídeo y narrarlo épicamente....
Alex Rodriguez de la Fuente
Eche mano de la c'amara. pero para cuando la saque de la mochila las visceras de la rata chorreaban por la fachada, quitando dramatismo a la escena.
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