Predicando en el Desierto

Este país a uno nunca deja de sorprenderle. Y eso que gracias a los Simpson, las películas e Internet, pocas cosas parece que nos queden por descubrir en cuanto a la sociedad americana.

Una de esas características que a mi llegada yo creía tener ya superadas es su fervor religioso. Uno sabe por los Simpson que los domingos se va a misa, que Dios está encima de todos los americanos (pues ya podía centrarse cinco minutos al día en Africa, o por lo menos en los barrios chungos de Washington) y que la mesa se bendice sí o sí.

Pero una cosa que me ha llamado la atención es su afición a predicar... en el desierto. Me viene a la mente aquel día que os comenté que teníamos un predicador llamando golfas a las mujeres y corderos descarriados a los latinos. No se si mencioné el día que al volver de esgrima me intentaron convencer de que me convirtiese a la Iglesia de La Virgen María (les disuadí cuando me pidieron el movil y en vez de darles el americano les dije que como el mio era español les saldría por un cojon de mico ganarse un adepto).

Sin embargo, lo de hoy ha sido para mear y no echar gota. Pero ni miajica.

Iba yo en el bus, camino del trabajo, cuando de pronto un chico, negrico para más señas, me susurra... “how do we reach the Heaven?”, que traducido al román paladino viene a decir que como vamos al cielo. Y yo, que soy extranjero y me suelen pillar fuera de juego cuando me hablan sin venir a cuento, le digo “I'm sorry...?”. Y el insiste... “how do we reach the Heaven?” Y yo ya sin atisbo de duda, se que me encuentro ante el hijo de dios. Bueno no. Hijo de su madre y su padre, pero con ganas de charrar.

Bueno, el viaje al metro desde mi casa dura 30 minutos de bus. No os podéis imaginar cuantos aspectos de nuestra vida Dios controla. Porque somos sus hijos. Y claro, no podemos ser bueno siempre, pero el nos perdona.... Y puedes arrepentirte el el lecho de muerte... Yo soy bueno por naturaleza... tu que piensas?... A mi Dios me ha dado la oportunidad de estudiar en esta Universidad, porque aunque tengo 3,8 de GPA (lo que viene a ser un 9,75 español, tela), fue él el que me abrió las puertas... bla... bleh... blihh... bloh... bluh... Dios abre la puertas del cielo a su parecer.... Deberías seguir mi consejo y decirle: “Dios, soy tu fiel sirviente” porque así estará contento y te abrira las puertas del cielo...

Y yo, que soy de natural educadico, no iba a escaparrarlo. Cierro el pc, me acomodo y me dispongo a escuchar 30 minuto de su prédica. En el desierto. Porque lo que me entraba por una oreja, salía por la diametralmente opuesta. Sin embargo me ha llamado la atención el hecho de que sin conocerme de nada, se lance a contarme sus historias, durante media hora. Que lo mismo lo mando a cascarla al segundo minuto. Será que tengo carica tonto. O de crédulo. O de aburrido. O unas ojeras como piano producto de la falta de sueño por el jet lag. O todo a la vez.

En fin, que ya atraígo otra especie más de ser humano: el “majaretus evangelicus”.

Conclusión: me ha privado de mi media horica de siesta, así que hoy en el curro rendiré poco, que me he levantado a las seis para ir a un examen y voy de cráneo.  

[Actualización: De todo hay en este país. Vuelvo a casa en el metro y me encuentro este cartel. No se lee muy bien, porque el metro se mueve e iba con el movil. Pero se adivina esto: Porque creer en dios? Se bueno... Por el amor de... la bondad]

[Este lo vi el otro día en el super: las Salchichitas para crecer, fuerte, sano y judío...]

Os habéis encontrado últimamente con algún majara de estos?