Cabecear.

Cada día me gusta menos estudiar en la biblioteca.

Parece mentira, pero es así:
En primer lugar tenemos las causas hormonales... pues con tanta chica alrededor dando vueltas, uno tiene que estar muy, muy centradito para no levantar la mirada y eso que yo, ojito, lo estoy consiguiendo: el truco está en ponerte delante de uno de esos orcos de mordor que puluan por la bilioteca: el miedo de que piense que la estoy mirando (no vaya a ser que se me coma... o algo peor, intente un "acceso carnal") hace que no levante la mirada del papel ni un segundo. Es más, cuando he ido a mear, parecía un monje shaolin, con la mirada fija en el suelo y el paso firme (todo hay que4 decirlo, llevaba muuucho rato sin ir al baño, así que eran motivos fisiologicos :D).

Superado el primer trance, viene el segundo: el ruido: hay muchas bibliotecas, pero estoy seguro de que cando yo firme mi hoja d ematricula este año en la facultad, junto al segundo sello pusieron el aspa: esa cruz que señala que donde tu vayas irá mantenimiento: da igual que sea a rejuntar unas baldosas, a alicatar unas papeleras o a pasr la tripa por los cristales,la cosa es que vienen detrás de mi... y ocn ellos los ruidos: normalmente voya a una biblioteca en la que reina/ba la paz... anteayer se rompió un baño y hay qe cambiarlo... así que me he ido hoy a otra, pero oh, ohohohoh... en el piso de arriba estaban martillando a algo, o alguien, porque sonaba coomo a "clonch, cloch"... En fin, la risa.

Pero lo peor está por venir... todo esto jode, pero se puede superar (fiajndse en los callos, y no de los pieses, poniendose musica...) pero lo peor está por venir: es el asalto del batallón cabezadas: el sueño. si, ese que te coje por banda y te deja KO en la pagina 16, y tu, con tus ojillos cerrados pensando: "mierda, estoy dormido" "¿Tendré los ojos cerrados?" y claro, para comprobarlo, miras... y como tienes que subir los parpados, te das cuenta de que han pasado 7 miuntos y tu sopa perdido encima de los apuntes... en esa dignisima posición de "estoy dormido, lo se, pero tengo la capacidad de no dejar que me ladee la cabeza", que solo se estropea cuando empieza a caer el traicionero hilillo de saliva y oyes als risitas de esas que no te atreves ni a mirar: en ese momento te has convertido en un paria: una persona que produce la risa, risión y carcajeo de los que están alredeor, y que más le valía largarse a casa a echar la siesta. Claro, si viviera a menos de 10 KM de la biblioteca.

En fin... la solución: hacerme tornero fresador. Pierdes algún dedo, es cierto... pero chicos... tengo 20 y los meñiques tampoco los uso tanto.