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Tokyo. Amanecer entre luces de neón.

15 agosto 2010


Porque los viejos roqueros nunca mueren. Y los viejos roqueros asiáticos, ni mueren, ni descansan los domingos.



Excedentes del ejército: con 5 chavos llenas tu armario, y te llevas la carga en un vehículo de regalo.


Es que hasta al arte en Tokyo le pasa como a los dibujos animados japoneses... hagan lo que hagan acaba pareciendo manga.


Palillos de la cena. de riguroso reciclaje y madera buena. para derrochar estamos. PS. era cierto, en tokyo comer es MUCHO más barato, no solo que en españa, sino que también en las otras ciudades en que hemos estado.


Shibuya, domingo 10 de la noche. Sin casi gente, por ser puente (será que tienen fiestas en sus pueblos, y cualquiera se pierde un buen encierro.




Con Tokyo hemos entrado en otro mundo.

Nuevos colores, nuevos sonidos y nuevas formas en la ciudad más sorprendente de Japón.

Los barrios, ciudades. Las distancias, kilométricas. Dejar la mirada perdida en un mar de neones es inevitable.

Tokyo amanecía con nosotros en el tren bala, disfrutando de una vista brumosa del monte Fuji; pero amanecía perezoso, como si no quisiese mostrar todo lo que tiene guardado.

hoy es domingo, de puente, y la ciudad está vacía, los comercios cerrados y los atascos, inexistentes. Cruzar Shibuya, se podría decir que es fácil. Pero es sólo un espejismo, el martes, a la vuelta del puente, regresa la locura; será entonces cuando nos enfrentemos al Tokyo de verdad. A la maraña de metros, trenes, cercanías y lanzaderas que recorren las tripas de la ciudad. A los atascos, a las sirenas y bocinas. A Tokyo.


Y como hoy también contábamos con guía, hemos hecho lo que todo buen japonés hace en su tiempo libre. Tras ponernos hasta arriba de sushi (por cierto, el primer día en una semana. Una vez y ya se han aupado al primer puesto en la lista de sitios en los que morir de gordo), qué ibamos a hacer sino practicar el deporte favorito no solo de Japón, sino de Asia entera. No, no es el pachinko, esa tragaperras brillante y ruidosa. Es el Karaoke. Una hora desgañitándonos como posesos con exitos de todos los tiempos y lugares. De Europa a China Continental.


Que no os engañe la brevedad del relato. Anduvimos. Mucho. Pero eso ya lo sabéis. y no quiero aburrir al personal.


Mañana más. Y si puedo, mejor.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Mira los japos que majicos! Hasta celebran San Roque y la Virgen!

Unknown dijo...

Sabía yo... Es que te voy leyendo hacia atrás, pero sabía que el karaoke no podía faltar, como debe ser!!!!!! :)