Tokyo. Desfaciendo entuertos.

Ver como el día mejora minuto a minuto no tiene precio.



Con la tranquilidad del que no parece estar en una de las mayores ciudades del mundo, paseando aparecen templos en los que el tiempo parece detenerse.



Shibuya, por otro lado, compensa con exceso de luces y sonido tanta tranquilidad.



En una ciudad donde todo es tan moderno que hasta las muñecas de famosa van de paseo a tomar el té. o los nuggets.




Porque es lo bueno de Tokyo. A primera vista moderna, en el fondo, impasible y atemporal.




Espero que os gusten las fotos que están acompañando al viaje. Son solo una ínfima fracción del mismo, pero creo que han venido transmitiendo las sensaciones que el viaje despierta.





Ayer Tokyo no molo nada.


hoy lo hemos conseguido apañar, pese a que el día apuntaba a un fail total.


la alarma sonó a las cinco en punto de la mañana. los dos muchachos se levantaron a las once y media. quién había oído la alarma? Rita la cantaora.


Así el día comenzaba sin mercado de pescado. bueno, se compensa con el palacio imperial. Pues no, no se compensa; los jardines del palacio son bastante prescindibles. El udon de la comida, por otro lado, ha supuesto un giro en el rumbo del dia. desde ese momento todo ha marchado mejor.

no hay nada como comerse 630 gramos (sí, 630) de pasta gorda y su salsa para que el viajero recupere fuerzas.

El resto del día la mar de bien. paseo por aquí, paseo por allá. Vamos, intentando bajar la comida.

A la noche sushi. Como dije, ha sido un día fantástico. Hasta hemos visto un templo; no lo había comentado ya? será que mi cabeza estaba en cosas más importantes.


Mañana SI que SI mercado de pescado. y dios sabe qué más, porque estamos agotando la guía :D